En cada navidad, se reunen todos los familiares, en algunas familias, lo hacen una vez al año y piensan que la Navidad es algo maravilloso y poderoso porque logra reunir a todos en la casa de alguien. De esa forma, comentan y se divierten contando sus anécdotas.
He escuchado de muchas personas que dicen que tienen una tía solterona, un tío pícaro y borracho, un primo vago y otro trabajador y con un título universitario. Dicen que tienen miles de primitos traviesos que piden a gritos el postre aunque no ha llegado el plato principal, que tienen una prima adolescente que intenta imitar a otra prima más grande que la mira de arriba abajo y se pone celosa. Dicen que tienen una hermana que es mejor que la otra a quien alaban porque está comprometida y la otra no tiene novio y ya piensan que va a quedarse solterona como la tía. Dicen que tienen una abuela coqueta que se te acerca la mejilla y te dan un mmmchuik! enorme que te deja la marca del lápiz labial rojo furioso y te envuelve con su perfume fuerte y antiguo.
Bla bla, muchos comentarios que escucho después de las fiestas. Escucho y escucho y pienso que debería ser tan lindo presenciar una de esas reuniones.
No tengo una tía solterona, un tío pícaro ni primitos traviesos. Tampoco una abuela coqueta pero sí la tuve y lamentablemente se había ido.
Solo tengo a tres parientes, mi papá, mi mamá y mi hermana. Los valoro muchísimo porque sé que ellos son los únicos en quienes puedo confiar y paso la navidad con ellos siempre, jamás me iría a algún lado en el mismo día. Cuando llega la Navidad, me pongo re contenta y ansiosa, preparo con mi mamá la mejor comida del año y el mejor postre aunque hay discusiones porque pensamos diferentes. Yo sé que la comida es solamente para cuatro y que tendremos sueño justo antes de las 12.
Pero no importa, somos cuatro y es suficiente vernos en la mesa todos juntos brindando copas de champagne y deseándonos lo mejor. Valoro mucho cada minuto que paso junto a mi familia porque sé que no es para siempre. Cosas de la vida, pienso y no tengo
miedo.
Y espero ansiosamente el día siguiente para ver a mi abuelito de 87 años quien vive lejos y a mi tía sencilla y simpática.
Me tocó tener una familia de pocos integrantes pero me tocaron las mejores personas que he conocido.
Así que espero ansiosamente la navidad para ver a mi papá chocho con el postre, a mi mamá con esas cejas arqueadas tratando de no reír y a mi hermana oliendo comida con desconfianza y tomando su eterno Stella Artois. Y escuchar a mis perritos llorando por los cohetes, claro.
He escuchado de muchas personas que dicen que tienen una tía solterona, un tío pícaro y borracho, un primo vago y otro trabajador y con un título universitario. Dicen que tienen miles de primitos traviesos que piden a gritos el postre aunque no ha llegado el plato principal, que tienen una prima adolescente que intenta imitar a otra prima más grande que la mira de arriba abajo y se pone celosa. Dicen que tienen una hermana que es mejor que la otra a quien alaban porque está comprometida y la otra no tiene novio y ya piensan que va a quedarse solterona como la tía. Dicen que tienen una abuela coqueta que se te acerca la mejilla y te dan un mmmchuik! enorme que te deja la marca del lápiz labial rojo furioso y te envuelve con su perfume fuerte y antiguo.
Bla bla, muchos comentarios que escucho después de las fiestas. Escucho y escucho y pienso que debería ser tan lindo presenciar una de esas reuniones.
No tengo una tía solterona, un tío pícaro ni primitos traviesos. Tampoco una abuela coqueta pero sí la tuve y lamentablemente se había ido.
Solo tengo a tres parientes, mi papá, mi mamá y mi hermana. Los valoro muchísimo porque sé que ellos son los únicos en quienes puedo confiar y paso la navidad con ellos siempre, jamás me iría a algún lado en el mismo día. Cuando llega la Navidad, me pongo re contenta y ansiosa, preparo con mi mamá la mejor comida del año y el mejor postre aunque hay discusiones porque pensamos diferentes. Yo sé que la comida es solamente para cuatro y que tendremos sueño justo antes de las 12.
Pero no importa, somos cuatro y es suficiente vernos en la mesa todos juntos brindando copas de champagne y deseándonos lo mejor. Valoro mucho cada minuto que paso junto a mi familia porque sé que no es para siempre. Cosas de la vida, pienso y no tengo
miedo.
Y espero ansiosamente el día siguiente para ver a mi abuelito de 87 años quien vive lejos y a mi tía sencilla y simpática.
Me tocó tener una familia de pocos integrantes pero me tocaron las mejores personas que he conocido.
Así que espero ansiosamente la navidad para ver a mi papá chocho con el postre, a mi mamá con esas cejas arqueadas tratando de no reír y a mi hermana oliendo comida con desconfianza y tomando su eterno Stella Artois. Y escuchar a mis perritos llorando por los cohetes, claro.
2 comentarios:
Que en estas fiestas, la magia sea tu mejor traje, tu sonrisa el mejor regalo, tus ojos el mejor destino, y tu felicidad el deseo de los que te aman
feliz navidad
pasé a saludarte y dejarte un abrazo enorme y toda la mejor onda para este 2009!!nos seguimos leyendo.
Publicar un comentario