Todo tiene un precio

Tener un techo dónde vivir tiene precio, comer tiene precio, asearse tiene precio, viajar tiene precio, todo, todo tiene precio y ahora dormir tiene precio.

Instalaron un "siestario", en donde podemos pagar desde $ 100 para tirarse una siesta cuando nos vemos cansados entre tanta multitud por el microcentro en la hora del... ¿almuerzo? Bien, pero... ¿no les parecerá un poco estresante tener que pagar $ 100 por una sesión de "siesta"?.

Cuando leí el diario en la oficina, estallé de la risa al imaginar a un oficinista diciendo "bueno, me voy al siestario" en la hora del almuerzo y al imaginar a uno todo trajeado, acostado en una cama cool (la foto que está en el link lo dice todo), con todo tipo de accesorios que "ayudan" a dormir sintiéndose un empresario que está en la cima del mundo... ¡vamos! Total pueden pagarse un GRAN viaje a Las Leñas y hospedarse en un hotel de 5 estrellas con spa y todo. ¿Y nosotros qué? Nosotros, los de la clase media, apenas podemos pagar el cable, el internet, la comida, la universidad, hasta nos cortamos una teta o un huevo pagando sesiones de psicología por esas horas asesinas en el laburo matándose o muriéndose de aburrimiento y no nos podemos dar el lujo de pagar ese semejante precio por una siesta de 45 minutos.

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Acá en el diario http://www.larazon.com.ar/actualidad/Llego-siestario-cortar-jornada-laboral_0_146100001.html dice que nos pueden asistir para indicarnos el tipo de sueño, ¿qué tipo? total, tenemos que cerrar los ojos, hacer del lugar un silencio absoluto, apagar todo o dejar algo de luz y nos quedamos dormidos de todas maneras. Los que tengan problemas de insomnio, Rivotril o psicología - sale más barato - y que le pongan fin a esto.

Esto es una prueba más, que Argentina concentra la riqueza y profundiza la pobreza.

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Pagar $ 100 por una siesta... no, gracias.

Dormir 15 minutos en el baño del trabajo me sigue copando.