sábado, julio 31, 2010

Fue un baldazo para mí, como si el agua fría metiera en los poros de todo mi cuerpo, como si cada extremidad mía no pudiera moverse, como si mis manos no pudieran doblarse, como si mis pies no tocaran el piso y como sentir que todo es un sueño.

Pero es real, todo es verdadero y quisiera que no fuese así. Quisiera despertarme y darme cuenta de que todo fue un sueño pero pasaron horas y no me desperté todavía.
Mi cuerpo vuelve a sentirse cálido y ahí vienen todos mis dolores, dolor en el pecho, tan hundido, más hundido que antes, dolor en mis ojos por mirar tanta tristeza aunque hayan sonrisas forzadas, dolor en mi garganta por no poder llorar y lo guardaré para cuando esté sola.

Papi, te prometo que cada día sonreiré para vos y que te daré toda la fuerza que tengo para que no te desmorones y sigas adelante y luchando conmigo y con toda la familia. Te amo.

No hay comentarios.: