Quente dança, Latin Lover!!!

Les cuento que a pesar de que practico Pole Dance, intento ir a clases de Brasileño y Axé. Me gusta mucho bailar, menear mucho y de todo.
Me metí al brasileño y la profe es una negra culona y con unas increíbles curvas envidiables. El brasileño es medio difícil, me confundo con los pasos re rápidos y confusos. A veces acabo con las piernas cruzadas, jaja, imaginen...

Bueno, resulta que ayer fue mi primera clase de Axé. Entré al estudio muy temprano como siempre, trato de irme tarde de casa para llegar puntualmente pero siempre termino llegando primero. Cuando estaba mirando a los demás haciendo pilates y esperando a que terminaran, apareció un bomboncito latino y me miró de abajo a arriba con ojos de "esa chica es nueva".

- ¿Vienes al Axé? - me pregunta él con ojos reeee dulces (encima tiene esa sonrisa con dientes separados al estilo Madonna).
- Eh, eh, Ssss.... Sí Sí, vengo al aacsé - le contesté tartamudeando.

Me sonrió y me dio un beso (de boca, ¿eh?) en la mejilla así despacito y tierno. Me derretí en un segundo, le miré el trasero y quería probar ese chocolatito, jajaja.

Llegan como 20 chicas, todas engatusando con ese bombón latino, seguro que lo único que piensan es que ese negrito tiene una tercera pierna... ¿captan?.
Al empezar, yo me puse muy atrás de todas porque me daba vergüenza de que notaran que bailo re mal.
Estaba escuchando música despistada y veía al bombón acercándose a cada chica y se me acercó...

- Você vení - me alza la mano y yo me sorprendí. Miré atrás mío y no había ninguna chica... "Ah, se refería a mí" pensé.

Agarro su mano y me lleva de un tirón hacia adelante de tooooooooooooodas, de frente a las 20 chicas mirándome mal y queriendo matarme a mil cuchillazos y arruinar mi trasero aplastándolo. Sentía que querían comerme viva como pirañas.
El brasileño me miró y me empezó a bailar, me agachó como si fuera tango, se apretó contra mí (Respuesta a sus preguntas: por supuesto lo sentí jajajaja) y me agarraba la cintura, me meneaba y todo. Me quedé como una marioneta, colorada e irreconocible. Sus manos son re ásperas pero de hombre, manos verdaderas y me agarraba como si yo fuera tan chiquita, tiene esos brazos hermosos, muy de película.

Al terminar,

- Bueno, me voy para atrás, ¿no? - le dije con voz temblando y fatigada por tanto chocolate, jeje.
- No, você permanecer - me dice guiñándome un ojo y me empezó a hablar al oído y le repetía que era una sorda pero él se reía, supongo que ni me entendía nada... terminé asintiendo todo... (espero que no me haya preguntado algo desubicado... ¡ja!).

Me quedé al lado de él bailando a espaldas de todas las 20 chicas, sentí escalofríos al ver las garras de cada una de ellas... sentí un poco de miedo, lo admito.

Uf, ¡cómo bailaba! Él si que me tienta mucho jejeje, en fin, fue una noche vergonzosa y... ¿caliente?.