Mis manos

Veo mis manos, son suaves, dedos un poco gordos y muy blancas, a veces se ponen coloradas por el frío que hace. Pienso y veo mis manos. Me pregunto cuántas veces ha dejado huellas, cuántas veces dieron golpes, cuántas veces tocaron pieles, cuántas veces rozaron la espalda de alguien, infinitas veces.

Mis manos son bellas según las personas que he conocido, pero no tienen uñas perfectas pero tengo una obsesión con ellas. Vivo pintándolas de rojo, rosa, blanco o transparente. Les pongo crema como diez veces al día ya que detesto sentirlas re secas. Las lavo con jabón cuando llego a mi trabajo o a mi casa, cuando toco las llaves, detesto el olor de las llaves que dejan en mis manos.

Mis manos rozaron miles de pieles, a veces repetidas, a veces una sola vez. ¿No estarán cansadas mis manos de tanto conocer diferentes pieles? ¿No estarán cansadas de presentarse y después no verlas nunca más?.
Han saboreado lágrimas que cayeron de mis ojos, de ojos ajenos de mis seres queridos, han saboreado el sudor, fruto de una piel en una noche de pasión, han saboreado salivas de diferentes bocas, han saboreado diferentes perfumes. Mis manos, miles de veces, se quedaron con perfumes distintos.

Sí, mis manos se cansaron de llorar, de desesperarse por rozar al menos una piel, se cansaron de oler pieles distintas, de ver caras asquerosas o lindas.
Mis manos se enamoraron de una piel increíble, aterciopelada, blanca, de vellos negros, bien negros, de los ojos redondos y grandes, de pelo suave y con abundancia. Se enamoraron de la saliva de su boca.
Por lo tanto, mis manos me dijeron "queremos esa piel, esos ojos, ese pelo, esos vellos y esa saliva, solamente de él".
Sí, mis manos no se van a cansar de rozarlo, de mimarlo, de tocarlo.

Chocolat, aunque no me creas, sos lo mejor que me está pasando ahora, supiste darme la libertad de expresarme, supiste enamorar a esas manos y ellas quieren que les des calor, seguir siendo blancas. Mis manos siempre te van a pertenecer, son tuyas, solamente tuyas.