Cuando te acercas a mi cuerpo, mi corazón late velozmente pero tus palabras lo callan. Se detiene con mucho dolor. Me arde cuando dices algo hiriente. Mi corazón es débil, eres poderoso, eres capaz de decirle a mi corazón cómo latir.
Mi corazón late a tu ritmo.
Cuando cae la noche, nuestros cuerpos se unen y se entrelazan como un par de enredaderas. O más bien, tú eres la pared y yo la enredadera. La apoya pero siempre hay momentos que alguien la arrebata, la corta sin piedad.
Mi corazón late a tu ritmo.
Hay días que sonríes para mí, hay días que sonríes para otros. Cuando sonríes para mí, le pides a mi corazón que lata a mil por minuto pero a veces cuando sonríes y miras para otro lado, se notan colmillos en tus dientes y mi corazón late con miedo, miedo a morir, late despacio para que nadie lo oiga.
Mi corazón late a tu ritmo.
Me levanto con ganas cuando tú quieres y cuando no quieres, mi corazón se para y duermo como una bella durmiente, acurrucada en mantos negros como un cielo sin estrellas. Mis brazos se esconden con frío.
Mi corazón late a tu ritmo.
Miro tu boca, me quemo y mi corazón se quema a fuego lento y se incendia cuando nos entrelazamos. Miro tus ojos y mi corazón se muere de frío y termina helado, como un hielo y espera a que vos lo rompas en mil pedazos en cualquier momento - cuando llega el final -.
Mi corazón, mi vida, mi cuerpo y mi mente laten a tu ritmo.
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