Soñaba algo hermoso, todo silencioso, negro, tranquilo y de repente sentí movimientos que empujaban. Abrí uno de los ojos y vi la cara de mi mamá tan de cerca y me dijo "¡¡Son las ocho!! ¡¡Levántate!!".
¿Y? Siempre me levanto a las ocho, no entendía nada, mi cerebro había nacido con el amanecer, demasiado en blanco. Volví a repasar de todo lo que tenía que hacer hoy. ¡Ah! Iba en auto al trabajo con mi hermana y el tráfico es impresionante. De repente escuché gritos de mi vieja (Imagínense, soy sorda y no me pongo el audífono enseguida, igual la escuché!) "¡Apúrate que se van a las ocho y media!".
¡Mierda carajo! Corrí al baño y vi niebla. Mi hermana se estaba bañando y le dije a mi vieja para qué me llamaba si mi hermana todavía se estaba bañando. Maldecí y preparé ropa. Esperé diez minutos y me fui a bañar.
Agua calientita y estufa al tope con aire frío. Razón por la que mi vieja abría la puerta a cada rato para ver si había terminado de bañarme. Me cambié a los apuros, no comí nada y sentía las miradas de mi hermana "Apúrate". No me sequé el pelo (en la semana próxima me voy a enfermar).
Salí y vi a mi hermana diciéndome "El auto no arranca". Perfecto, me cambié rápido, maldecí al pedo, no me sequé el pelo y por nada, me voy a enfermar (soy muy delicada con el frío) y ahora no anda el auto. ¡Caracho!
Volví al baño, aproveché a maquillarme porque ni en pedo salía caminando con la cara lavada. Mi hermana me decía una y otra vez que me apurara así viajábamos juntas. Le dije que era temprano pero ella se fue antes. Dato de ella: Es paranoica, se fija en el reloj a cada rato y SIEMPRE termina llegando puntualmente.
Ella salió primero, no quería llegar tarde. Bien, me preparé todo y salí de la casa tranquila. Caminé hasta la estación de tren, JUSTAMENTE, llegó el tren, entré en el primer vagón que encontré.
Ya adentro, calientita de nuevo le mandé un mensaje a mi hermana "Apuesto a que estamos en el mismo tren". Ella me dijo que me vio. Un mensaje de ella me hizo cagarme de la risa "Un dato más, tengo un gato muerto en mi cabeza, sa be lo".
Nos encontramos en el retiro y soltamos una risa tremenda.
Esa es una de las mañanas locas que tenemos, dos hermanas que viven juntas en el mismo tren pero en diferentes vagones sólo porque yo soy la tranquila (y a veces impuntual) y ella es la paranoica (y RE PUNTUAL CARACHO!).
¿Y? Siempre me levanto a las ocho, no entendía nada, mi cerebro había nacido con el amanecer, demasiado en blanco. Volví a repasar de todo lo que tenía que hacer hoy. ¡Ah! Iba en auto al trabajo con mi hermana y el tráfico es impresionante. De repente escuché gritos de mi vieja (Imagínense, soy sorda y no me pongo el audífono enseguida, igual la escuché!) "¡Apúrate que se van a las ocho y media!".
¡Mierda carajo! Corrí al baño y vi niebla. Mi hermana se estaba bañando y le dije a mi vieja para qué me llamaba si mi hermana todavía se estaba bañando. Maldecí y preparé ropa. Esperé diez minutos y me fui a bañar.
Agua calientita y estufa al tope con aire frío. Razón por la que mi vieja abría la puerta a cada rato para ver si había terminado de bañarme. Me cambié a los apuros, no comí nada y sentía las miradas de mi hermana "Apúrate". No me sequé el pelo (en la semana próxima me voy a enfermar).
Salí y vi a mi hermana diciéndome "El auto no arranca". Perfecto, me cambié rápido, maldecí al pedo, no me sequé el pelo y por nada, me voy a enfermar (soy muy delicada con el frío) y ahora no anda el auto. ¡Caracho!
Volví al baño, aproveché a maquillarme porque ni en pedo salía caminando con la cara lavada. Mi hermana me decía una y otra vez que me apurara así viajábamos juntas. Le dije que era temprano pero ella se fue antes. Dato de ella: Es paranoica, se fija en el reloj a cada rato y SIEMPRE termina llegando puntualmente.
Ella salió primero, no quería llegar tarde. Bien, me preparé todo y salí de la casa tranquila. Caminé hasta la estación de tren, JUSTAMENTE, llegó el tren, entré en el primer vagón que encontré.
Ya adentro, calientita de nuevo le mandé un mensaje a mi hermana "Apuesto a que estamos en el mismo tren". Ella me dijo que me vio. Un mensaje de ella me hizo cagarme de la risa "Un dato más, tengo un gato muerto en mi cabeza, sa be lo".
Nos encontramos en el retiro y soltamos una risa tremenda.
Esa es una de las mañanas locas que tenemos, dos hermanas que viven juntas en el mismo tren pero en diferentes vagones sólo porque yo soy la tranquila (y a veces impuntual) y ella es la paranoica (y RE PUNTUAL CARACHO!).
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