lunes, abril 30, 2007

Fiesta llena de alcohol

Alcohol en el baño, en las escaleras, en todas las mesas, en el suelo, alcohol en todas partes. A donde iba siempre había algo de alcohol. Increíble noche, todos borrachos. Fiesta de mi amiga Sophistiqué y de mi ahijada. Hicieron una fiesta en la casa de Sophistiqué, invitaron a más de 30 personas. Todas conocidas. Llegué y estaba todo el mundo, hubieron personas a quién no había visto desde mi época de la secundaria.
Tomé, tomé y tomé y me agarró un pedo bárbaro, sonriente en todo momento, bailaba, hablaba y hasta meaba sonriendo. Lo único que faltaba en esa fiesta era Chocolat.

Él estaba más que invitado pero yo no creí que él quisiera venir conmigo y conocer a mis amigos de la infancia, no quería que se aburriera entonces no se lo dije. El sábado a la tarde, él se enteró de la invitación por Naíf. Me morí de miedo, no quería que se enojara. Entonces le dije la verdad lo que pensaba al respecto y él me entendió perfectamente aunque me dijo que iba a venir de todos modos, que no le daba cosa conocer a mis amigos y que venía por mí. Me arrepentí de no haberle avisado y además, él ya tenía compromiso. ¡Cómo lo extrañé en ese día!

Empecé a extrañarlo cuando Ours empezó a perseguirme, a rogarme que volviera con él.

- Te amo, vuelve conmigo -
- Yo amo a Chocolat -

Se puso triste, sus ojos se opacaron, me miró con ternura y yo tenía muchas ganas de llorar. Lo veía achicándose y necesitando mi amor. Pensé que Ours se merecía mi amor, no Chocolat. Ours siempre me trató bien, todo lo que hizo mal fue pasado, eran pendejadas, lo sé pero no puedo sentir por Ours lo mismo que por Chocolat. A Chocolat, soy capaz de entregarle todo, amar con todo mi corazón, darle mi último aliento y eso no puedo darle a Ours.

Más tarde, estaba hablando con unos chicos, mi celular vibró y decía "Te amo!" y era de Ours. Levanté la vista y ahí estaba él a través de una ventana mirándome. Yo sonreí y guardé el celular y seguí hablando con los chicos.
No puedo amarlo como lo amé antes, Chocolat ya me tiene, ya es dueño de mi cuerpo, y yo soy dueña de su cuerpo, de su mente, somos dos en uno.


Ours, perdóname por decirte la cruel verdad.

No hay comentarios.: