Día pesado

Volví de la reunión de mi trabajo, increíble, tres horas y media! Supongo que para mis compañeros no es nada pero para mí es mucho porque soy una persona sorda y me cuesta leer los labios de las personas que hablan, especialmente las que hablan re rápido. Miro de un lado a otro, apenas me pierdo una palabra, no entiendo nada. Me cuesta mucho, mucho, al principio estoy bien despierta, leyendo los labios pero al pasar una hora o más, mis ojos empiezan a cansarse de tanto esfuerzo, mi cabeza empieza a latir a mil, a tener un dolor inexplicable.
Veo un labio modulando, veo y veo y todo alrededor empieza a ponerse negro y el único visible es el labio. Me doy cuenta de que estaba demasiado concentrada, cierro mis ojos fuertemente y los vuelvo a abrir y todo vuelve a la normalidad.

Mis celos se desvanecieron en un tris solo porque simplemente, Chocolat me dijo que no iba a la gran fiesta de una empresa. ¡Qué gran alivio! Hoy, en cambio, él se puso re celoso cuando me senté entre dos compañeros a quienes siempre les gusté. Se puso furioso y me preguntó por qué me había sentado entre ellos. Le dije que no pasaba nada.

¡Qué linda sensación que Chocolat sienta lo mismo que yo!