Ayer fue mi cumpleaños nº 20.
20 años de experiencia, de amor por mi familia, de muchos mimos y cariños, muchos afectos hacía mí, de mis amigos, mi familia, mis ex novios (los que me trataron bien, claro).
En mi etapa de los 19, fue algo aterrador porque en ese año, aprendí muchas cosas.
Aprendí a llorar de verdad por otra persona, aprendí a amar profundamente, desde mi corazón, aprendí a sentir celos, mareos y con ganas de destruir todo, aprendí a sufrir y salirme del sufrimiento, a pararme cuando me caía, aprendí a valorar más a mis amigos y a mi familia. Aprendí muchas cosas, creo que ese año fue el más fuerte de todos los años.
Los mejores momentos de los 19 fueron cuando estaba con Astro, las salidas con mi hermana porque ahí supe que podía disfrutar una buena salida con ella, conocí más a Nenu, logré ganarme la confianza al 100% de ella. Aprendí a confiarle de todo y a darme cuenta de que ella, en vez de retarme por las cosas locas que hice, me apoyó incondicionalmente.
Siento que tengo muchas esperanzas, ya pasé dos décadas y estoy muy orgullosa de haber sobrevivido de las cosas malas que tuve. No es que fueron graves pero en esos momentos, pensaba que eran graves. Pero ahora me di cuenta de que si superaba esos momentos malos, podía superar otros momentos que me van a pasar en estos 20 años. La vida es una sucesión infinita de malos y buenos momentos. ¿Para qué llorar? ¿Para qué sufrir? Si puedo seguir viva de todos modos.
Voy a seguir llorando pero no me voy a matar o encerrarme y sufrir. A esos malos momentos los voy a tirar al tacho de basura y esperar a que me vengan otras cosas, malas o buenas. Si son malas, las agarro y las tiro de nuevo. Eso es simple, aunque me re duela o no, tengo que seguir adelante.
En resumen, tengo una sed increíble de aprender más cosas!
20 años de experiencia, de amor por mi familia, de muchos mimos y cariños, muchos afectos hacía mí, de mis amigos, mi familia, mis ex novios (los que me trataron bien, claro).
En mi etapa de los 19, fue algo aterrador porque en ese año, aprendí muchas cosas.
Aprendí a llorar de verdad por otra persona, aprendí a amar profundamente, desde mi corazón, aprendí a sentir celos, mareos y con ganas de destruir todo, aprendí a sufrir y salirme del sufrimiento, a pararme cuando me caía, aprendí a valorar más a mis amigos y a mi familia. Aprendí muchas cosas, creo que ese año fue el más fuerte de todos los años.
Los mejores momentos de los 19 fueron cuando estaba con Astro, las salidas con mi hermana porque ahí supe que podía disfrutar una buena salida con ella, conocí más a Nenu, logré ganarme la confianza al 100% de ella. Aprendí a confiarle de todo y a darme cuenta de que ella, en vez de retarme por las cosas locas que hice, me apoyó incondicionalmente.
Siento que tengo muchas esperanzas, ya pasé dos décadas y estoy muy orgullosa de haber sobrevivido de las cosas malas que tuve. No es que fueron graves pero en esos momentos, pensaba que eran graves. Pero ahora me di cuenta de que si superaba esos momentos malos, podía superar otros momentos que me van a pasar en estos 20 años. La vida es una sucesión infinita de malos y buenos momentos. ¿Para qué llorar? ¿Para qué sufrir? Si puedo seguir viva de todos modos.
Voy a seguir llorando pero no me voy a matar o encerrarme y sufrir. A esos malos momentos los voy a tirar al tacho de basura y esperar a que me vengan otras cosas, malas o buenas. Si son malas, las agarro y las tiro de nuevo. Eso es simple, aunque me re duela o no, tengo que seguir adelante.
En resumen, tengo una sed increíble de aprender más cosas!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario