Me arriesgo a agendar su número, me arriesgo a preguntar "¿qué hacen tus
manos largas de tenderse hasta mis llamas?".
En un lado, está el "enviar" y por el otro está el "cancelar".
Pulso el "cancelar" pero... dentro de mi insonsciencia consciencia, quiero
equivocarme.
El dulce placer de equivocarme...
2 comentarios:
hay días en que equivocarse es un don inesperado...
...Y equivocarse a sabiendas...es un arte, te diré...
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