viernes, junio 11, 2010

Oh, mi amor, te extraño.
Me dolés en la piel, en la garganta,
cada vez que respiro
es como si el vacío
me entrara en el pecho
donde ya no estás.


Sólo él tenía en sus manos... un puñado de auroras.

2 comentarios:

Madame JuJu dijo...

qe linda poesia, o escrito, lo qe sea xD
me gusta el blog
y como te definis, no egoista, sino oportunista
me parece muy adecuado xD ajajaja
saludoss

Rebeketa dijo...

Siempre duele cerrar una puerta al amor de una persona... y es tal cual lo describes en tu poesía, que me ha gustado mucho.

Lo que hay que tener siempre presente es que tras la noche siempre llega el día.

Rebeca