Mi cuerpo descansó sobre el suyo, mi nariz reposó en su cuello y mi mente viajó al pasado.
Recordé lo gracioso que fue cuando me caí de su cama, lo hermoso que era acabar con él, cuánto lo amaba, cuánto me gustaba cómo me miraba cuando me deseaba, cómo me sentía cuando su cuerpo se reposaba encima de mí y el contacto de mis piernas rodeando su cintura.
De pronto, me desperté y seguí oliendo ese cuello de una tez más oscura y me di cuenta que recién estaba empezando a renovarme.
Sin querer, en mis labios se dibujaron una sonrisa.
Recordé lo gracioso que fue cuando me caí de su cama, lo hermoso que era acabar con él, cuánto lo amaba, cuánto me gustaba cómo me miraba cuando me deseaba, cómo me sentía cuando su cuerpo se reposaba encima de mí y el contacto de mis piernas rodeando su cintura.
De pronto, me desperté y seguí oliendo ese cuello de una tez más oscura y me di cuenta que recién estaba empezando a renovarme.
Sin querer, en mis labios se dibujaron una sonrisa.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario