lunes, julio 14, 2008

Al correr el tiempo...

Pasaron muchos meses, me levanto y hago la misma cosa de siempre. Voy a trabajar, a almorzar, a veces me encuentro con compañeros de mi ex trabajo y algunos de ellos, como Poulet, llegan a mi corazón y me hacen volver a los recuerdos ya casi olvidados en mi vida.
Poco a poco voy olvidando de las muchas cosas que me pasaron antes de cambiarme de trabajo, fueron sentimientos muy intensos e inquietantes. Poulet me saludó por el chat el viernes pasado y hablamos un rato. Me invitó a ver a Cirque du Soleil y él se dio cuenta de que ya no soy como antes, que me debilito y voy con él a tomar algo en un bar o a cenar en un hotel lujoso. Por un lado, extraño esas salidas porque me gustaba hablar con él pero ahora que pienso mejor, eso es algo que mis ex compañeros podían sospechar de nosotros, especialmente Chocolat (o tal vez a él le chupaba un huevo). Creo que en ese día, Poulet se dio cuenta de que ya no quiero tener algún lazo con el pasado que tuve con ellos.

Vi a Chocolat otra vez y dos veces, fueron algo fugaz, un hola y un chau. Pero en mí siguen esos sentimientos, como el amor, la tristeza y el sufrimiento, ocultos. Mis piernas siguen temblando al saber que él está cerca de mí o cuando me topo con él pero bueno, es obvio que sintiera algo así porque él causó en mí miles de sentimientos extraños y hermosos en la vida.

Hace un mes conocí a un chico, Laucha, en un boliche en Villa del Parque. Salimos a tomar algo y en la última salida, terminamos durmiendo juntos y nos quedamos dormidos hasta el mediodía. Desayunamos juntos cosa que no hacía hace mucho tiempo.
Laucha es morocho, de estatura mediana, con sonrisa amplia, es plomero, quiere estudiar psicología y estudia teatro. Lo veo interesante y me hace reír.

En mí revivieron sentimientos que ya habían sido olvidados desde hace mucho tiempo. Ahora siento ansiedad esperando su llamada y al llamarme, me contento tanto que tiemblo al escribir, me siento como una niña cuando me dice cosas lindas, me siento protegida cuando agarra mi mano o me abraza, me siento cómoda cuando me observa fijamente, no siento vergüenza al cometer pequeñas locuras.

Pero al mismo tiempo, siento un terror al pensar que podemos llegar lejos, no sé qué piensa él pero reconozco en un hombre cuando quiere algo conmigo. Eso me pasa por salir con varios. Sé que le gusto mucho porque primero, él me lo repite y segundo no me trata como a un juguete sexual.

También me aterra al pensar que al seguir saliendo con él por más tiempo, puedo llegar a olvidar a Chocolat y ahí mismo pienso que fue en vano enamorarme de él, llorar tanto y sufrir incansablemente por mucho tiempo y después llega Laucha y él me hace olvidar de lo sucedido en el pasado. También pienso que si llego a sentir más cosas por él, sería una traición a mi leal amor por Chocolat.

Parecerá loco lo que dije pero es inevitable el sentimiento y siento vergüenza.

Sin embargo, me gustaría mucho que Chocolat terminara en el mundo del olvido y así no pensar tanto en él y empezar de 0 mi vida o más bien, encontrar mis nuevos horizontes.

Ya basta, estoy melancólica.

1 comentario:

La otra parte de mí dijo...

el tiempo todo lo puede Canela,todo lo borra,todo lo mata..es así,nos guste o no..hasta la pasión más arrolladora fue arrollada por el tiempo..