lunes, junio 02, 2008

¿Una fiesta de qué? ¡Se cagó mi noche!

¿Una fiesta de quinta en Las Rejas?

Me preguntaba si iba a valer la pena ir hasta allá, cenar en la casa de un conocido, con quien está saliendo Naíf... y luego ir a Las Rejas.
Bueno, no queda otra, me dije. Así que armé mis valijas y partí para allá.
Pff, que exageración. Solamente llevé pijama, remera y cepillo de dientes que por cierto creía que lo tenía en el bolso... en fin.

Combat y yo nos subimos a ese tren que nos llevaba a San Miguel, obviamente, nosotras teníamos un poco de miedo viajando en ese tren pero nos dimos cuenta de que no pasaba nada.
El viaje resultó re corto, así de corto, pasamos por El Palomar, Hurlingham, en donde yo creí y pensé "mierda, cómo aguantaban mis viejos al llevarme al jardín en la capital". Nos bajamos en una estación antes de San Miguel.

Combat y yo estábamos ahí en el medio de la nada, con unos pibitos tomando cerveza y comiéndonos con la vista. Parecíamos gallinitas perdidas. Llamamos a Naíf y su chico y nos dijeron "tomense un remis". La puta que los re mil parió, no podían dejar de besarse!

Remis... remis... ¿a quién íbamos a preguntar en donde había remises? Nos dirigimos a uno pensando que era una agencia de remises pero resultó ser un hotel igualito a ese de la película Psicosis. Ahí le pregunté:

- ¿Hay una agencia de remises por acá? -
- Si, a la vuelta -

Buenisimo, fuimos casi corriendo con el culo para adentro hacia ahí. Había como cuatro hombres en la puerta mirándonos como "¿qué hace´ porteñas uds?!".

- Necesitamos un remis para la calle XXX -
- ¿En serio? Es cerca y costaría como seis pesos -
- Bueno, dale -
- Es a siete cuadras -
- ¿Y? Queremos un remis igual, che! -

Nos llevó hacia el auto y resultó ser un ford Falcón que era una chatarra maaaal del año del pedo. Nos sentamos y nos hundimos re mal en el asiento. Llegamos, obviamente, en menos de un segundo.

Ahí estaban Naíf y su chico sonriendonos. El chico nos dijo que ese tipo de remis era ilegal y que solo costaba uno o dos mangos. Bien, nos caímos por boludas.
Al terminar de cenar pizza, fuimos a Las Rejas en auto.

Resultó ser una fiesta de FLOGGERS.

Sí, sí, de FLOGGERS, leyeron bien.

Me quería matar, tenía las manos bien coloradas por el frío, ni las sentía y en toda la noche teníamos la campera puesta, terminé muy borracha y burlándome de los floggers.
Bue, no exactamente pero les manipulaba. Les preguntaba cosas y ellos ni siquiera podían con eso. Son demasiado huecos.

- Vamos! A tomar y a divertir! tomen! - Nos decía un 100% flogger.
- Pero son las doce, es re temprano, vas a termimar borracho a las dos -
- Naaa, daleee! -

Obviamente, terminó vomitando y quedándose inconsciente cerca de las dos de la mañana.

Un flogger me decía en toda la noche:

"Sos... el amor... de mi vida".

Dios, fue una noche muy dura para mí y por un lado, muy divertida observando la ignorancia de ellos.

6 comentarios:

Una sobreviviente. dijo...

Pero que desubicada Naif, no les contaba nada ir a buscarlas, eran 7 cuadras!!...

La otra parte de mí dijo...

en fin...ya pasó.la próxima será mejor..oia,me parecí a mi vieja aconsejando:qué depresión!!!

siciliana dijo...

Hubieses prendido un fósforo y...

Gestuno dijo...

Es lo que tiene, cuando se va a una fiesta sin saber mucho no siempre sale bien.
Pero ojo que de fiestas así es que resultan las mejores noches gralmente.

Salu2 y suerte para la próxima salida.

PD: Me está intrigando eso de bailando a ciegas.

Canela dijo...

Gestuno: Si quieres leer mi otro blog, necesitaría tu e-mail para poder invitarte...

Gestuno dijo...

Tonto de mi parte, pensé que se mostraba, el mail es gestuno@gmail.com

Salu2