Su cumple

En el día del cumple de Chocolat, como todos los cumpleaños de cada compañero, ponemos 15 pesos cada uno para dárselo al cumpleañero.
Decidí poner igual los 15 pesos aunque no quería pero lo hice por respeto pero lo raro es que no me pasaron la tarjeta para firmarla, no sé si la hubo. Igual era mejor para mí, prefiero no firmar nada que firmar algo a la fuerza.

No lo saludé ni le deseé un feliz cumple, ¿para qué? Si no nos saludamos más. Obviamente sentía esas miradas de él esperando ese saludo pero claro, no lo hice aunque me re dolía. En ese día me puse muy melancólica porque estaba planeando regalarle una mesita baja y negra que combinaba con su cómoda pero todo terminó y no hay regalo. Esta vez él trajo facturas para todos pero no agarré ninguna, sino me atragantaba una por nervios y caradura. Simplemente puse los $15.

No sé pero el día de su cumple fue algo deprimente, esta vez no trajo torta alegre sino unas facturas. Bah, seguro que a la noche la paso bomba, sé que lo iba a festejar en Esperanto (soy compañera de trabajo y me entero de todo).

Sentí unas imperiosas ganas de amanecer a su lado, ser la primera en darle un regalo, ver cómo sus ojos se iluminan al verlo, susurrarle a sus oídos un feliz cumple y darle un besito suave en cada ojito.

Eso es lo que yo siempre soñé.