Simplicidad

Qué placer tan lindo es amanecer a tu lado,
sentir nuestros pies entremezclados.
Con tanto calor en nuestras pieles,
que se enfrían, se calientan,
se calman y vuelven a encenderse.
Qué placer tan lindo
es oler tu aliento mañanero,
sentir tu piel con olor a sábanas
de dos días sin lavar.
Qué placer tan lindo es abrir los ojos
y verte directamente y soñoliento,
momento que siempre quise presenciar.
Qué placer tan lindo
es levantarme y seguir teniéndote,
poder besarte y ser la primera
en saludarte cuando el sol se asoma.
Qué placer tan lindo es oír tus bostezos
y tus gemidos de niño.
Qué placer tan lindo
es sentir tu peso sobre mi cuerpo
y sentir tus respiros sobre mi pecho.
Sentir tus manos aferrando delicadamente
mi cintura, tus besos recorriendo
cada seno y sentir la humedad de la saliva de tu boca.
Qué placer tan lindo es tocar tu lunar
arriba de tu labio con la yema de mi dedo.
Es algo tan especial y único,
mi cuerpo se hace tuyo
y se vuelve por ti purificado.
Sos un simple conjunto de átomos.
Sos la simplicidad de las cosas,
la simplicidad de tornarme tan loca,
la simplicidad de hacer que me vuelva tan enamorada,
la simplicidad de hacerme reír
y sonreír modestamente cuando me intimidas,
la simplicidad de un hombre pero
sos algo que haces que yo simplemente vuele.