Me pregunto cuando un día él pueda entender mis desesperaciones porque no sé nada de él.
Me pregunto cuando él puede ofrecer paz a mi corazón que late velozmente y que me duele.
Me pregunto cuando él puede dejarse vencer por la piedad y dedicarse a mi cada minuto de nuestras vidas.
Me pregunto si él se levanta pensando en mí, se ríe cuando río yo, se pone triste cuando tengo mis días tristes.
El destino nos unió a nosotros cuando quiso, él quiso entrar a mi vida desde el primer día que me vio y ahora yo no puedo dejarlo salir.
El destino unió a dos almas muy pero muy distintas pero que se atraen como el hierro y el imán pero se parecen más al sol y la luna que se juntan de vez en cuando.
Somos tan distintos que a veces yo grito de dolor pero él no ve más allá de mí. Hay días que mi lado oscuro supera mi lado bueno y angelical y me re duele odiarlo.
Sin embargo, cuando más lo odio, mi amor por él aumenta 10 veces más.
Mi amor, no te entiendo, dices ser sensible pero al mismo tiempo te haces el duro, dices que yo te importo tanto pero hay algo que me dice que no es así… y yo sufro de dolor en silencio.
Cada vez que quieres besarme, hacerme el amor, mimarme, abrazarme, me caigo en esa tentación tan inevitable pero mi mente siempre esta en otro lado.
Cuando nos fundimos juntos, me dedico a disfrutar cada segundo de ese rato pero cuando se termina todo, mi mente empieza a moverse y a decirme que me pregunte más a mi misma si eso vale la pena.
Por supuesto, vale la pena estar con él, amarlo profundamente, conociendo sus defectos y virtudes, pasar cada momento con él como si fuera el último día de nuestras vidas. Pero me pregunto que será de mi cuando él decida irse de mi lado sin levántate y anda sin remedio. ¿Que será de mi? Me pregunto eso diariamente, me quedaré en un lecho acostada, con miles de brazos tirando al vacío, sollozando, esperando a que alguien me rescate pero tal vez yo no pueda permitirlo ya que no hay nadie que sepa tratarme como él. ¿Que será de mi? Me pregunto y no sé contestar. Simplemente dejare que el reloj corra como un monstruo que no escucha un ‘’ ¡paren el mundo! Que me bajo’’…
Me pregunto cuando él puede ofrecer paz a mi corazón que late velozmente y que me duele.
Me pregunto cuando él puede dejarse vencer por la piedad y dedicarse a mi cada minuto de nuestras vidas.
Me pregunto si él se levanta pensando en mí, se ríe cuando río yo, se pone triste cuando tengo mis días tristes.
El destino nos unió a nosotros cuando quiso, él quiso entrar a mi vida desde el primer día que me vio y ahora yo no puedo dejarlo salir.
El destino unió a dos almas muy pero muy distintas pero que se atraen como el hierro y el imán pero se parecen más al sol y la luna que se juntan de vez en cuando.
Somos tan distintos que a veces yo grito de dolor pero él no ve más allá de mí. Hay días que mi lado oscuro supera mi lado bueno y angelical y me re duele odiarlo.
Sin embargo, cuando más lo odio, mi amor por él aumenta 10 veces más.
Mi amor, no te entiendo, dices ser sensible pero al mismo tiempo te haces el duro, dices que yo te importo tanto pero hay algo que me dice que no es así… y yo sufro de dolor en silencio.
Cada vez que quieres besarme, hacerme el amor, mimarme, abrazarme, me caigo en esa tentación tan inevitable pero mi mente siempre esta en otro lado.
Cuando nos fundimos juntos, me dedico a disfrutar cada segundo de ese rato pero cuando se termina todo, mi mente empieza a moverse y a decirme que me pregunte más a mi misma si eso vale la pena.
Por supuesto, vale la pena estar con él, amarlo profundamente, conociendo sus defectos y virtudes, pasar cada momento con él como si fuera el último día de nuestras vidas. Pero me pregunto que será de mi cuando él decida irse de mi lado sin levántate y anda sin remedio. ¿Que será de mi? Me pregunto eso diariamente, me quedaré en un lecho acostada, con miles de brazos tirando al vacío, sollozando, esperando a que alguien me rescate pero tal vez yo no pueda permitirlo ya que no hay nadie que sepa tratarme como él. ¿Que será de mi? Me pregunto y no sé contestar. Simplemente dejare que el reloj corra como un monstruo que no escucha un ‘’ ¡paren el mundo! Que me bajo’’…
No hay comentarios.:
Publicar un comentario